El ejercicio profesional de las INF requiere competencias éticas para garantizar una calidad de servicio que cumpla con los estudios de validación, respetar los principios humanistas que transmiten estas soluciones de salud universales y prevenir todo tipo de abusos.

Las INF, debido a su contenido intangible y a su administración humana, están más sujetas que los productos sanitarios a desviaciones de la norma debido a los contextos de uso, la experiencia del profesional, la presión del usuario, las demandas de los operadores sanitarios, las modalidades de apoyo financiero y la cultura sanitaria de un país (Libro Blanco del NPIS, 2024). Por lo tanto, una formación ética mínima en salud para profesionales se ha vuelto esencial. Garantiza la calidad de las relaciones y del servicio. Brinda tranquilidad a los usuarios y asegura una mayor participación activa y duradera. Establece la responsabilidad del profesional respecto a sus objetivos y recursos. Implica la trazabilidad de las acciones y proporciona un medio para la retroalimentación.

Esta base de formación multiprofesional en ética sanitaria, designada por el NPIS como Práctica de Insignia Abierta 3, proporciona la competencia mínima para el ejercicio multiprofesional de las INF.

Garantiza que los profesionales comprendan y respeten los derechos de los pacientes, incluyendo su derecho a la información, el consentimiento informado, la confidencialidad y un apoyo digno y respetuoso. La capacitación proporciona las habilidades necesarias para identificar y resolver dilemas éticos que puedan surgir en el sector de la salud. Proporciona orientación para tomar decisiones que protejan el bienestar de los pacientes, respeten la ética profesional y sean consistentes con las organizaciones locales de salud. Ayuda a los profesionales a reconocer y gestionar los conflictos de intereses que podrían comprometer su objetividad. Confirma que las decisiones se guían por el mejor interés del paciente en lugar de consideraciones personales, corporativas o incluso políticas. La Insignia Abierta de Práctica 3 reconoce la integridad de los profesionales al brindarles el conocimiento y las habilidades necesarias para mantener altos estándares de conducta ética en la atención médica. Promueve la confianza pública en la profesión y mejora la reputación del profesional. Garantiza que el titular de esta Insignia Abierta sea consciente de los riesgos de daño y abuso que podrían resultar del uso inapropiado o poco ético de un NMI.

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